En sus comienzos, la literatura japonesa tuvo gran influencia de la tradición literaria china, sobre todo porque la lengua japonesa era ágrafa, y dejó de serlo con la introducción de caracteres chinos. Esto ocurrió el año 538. Como en muchos otros casos, la literatura japonesa era popular y oral en sus inicios. Desde el año 300 ac que se documentan canciones folclóricas y cantos populares, que más tarde se conservarían en formato escrito, tal como sucedió, en nuestra tradición, como el Cantar de Mío Cid. En efecto, en Japón también existieron figuras análogas a los juglares, los kataribe. Una particularidad del caso japonés es que el oficio de kataribe fue desempeñado por mujeres y estaba asociado a ritos religiosos. Su práctica, el monogataru (contar historias) se profesionalizó y llevó a los kataribe a ocupar un lugar en la Corte y ser protegidos de los monarcas.
La literatura fue una forma de asentar la identidad, lo que se demuestra en la prohibición de transcribir algunos caracteres, considerados mágicos, a lenguas extranjeras.
Se ha propuesto una división de las épocas de la literatura japonesa, que va desde el Período Nara, que inicia en el 710, hasta el Meiji (1868), que llega hasta la actualidad.
El propósito de este blog es arribar al período actual en la literatura japonesa, esto es, del siglo XX en adelante, para comentar textos contemporáneos de esta tradición y cómo son un sello de la identidad y un vehículo para dar a conocer la cultura oriental.
Texto basado en Artículo de Wikipedia y Artículo de Japones.biz
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